Este espacio contiene el manifiesto de unos ciudadanos españoles que desean el progreso real de su país en el concierto de las naciones.

lunes, 18 de mayo de 2009

Ciudadanos de España,

Habiendo estando nuestra nación zozobrando en los rápidos cauces de la historia contemporánea, pudimos por fin llegar a un breve remanso donde recalaron, antes que nosotros, el resto de las naciones corazón de la actual Unión Europea. Ellas nos acogieron con regocijo y solidaridad. Con regocijo por habernos sabido zafar de la amenaza del conflicto y el desgarro de las heridas de nuestra pretérita guerra civil en lo que se conoce hoy como Transición Española. Con solidaridad porque ellas habilitaron los recursos suficientes para poder estabilizar nuestra nave. Dieron lastre a nuestra quilla y así pudimos remar todos unidos. Hasta tal punto sirvió su impulso que pronto pudimos jactarnos de ser uno más de esa flotilla, e incluso quisimos encabezarla, mas por breve tiempo. Pero el flujo de este río atraviesa de nuevo unas turbulencias que pueden hacer volcar nuestra canoa. La actual crisis financiera mundial ha puesto de manifiesto que nuestras fuerzas de campeones, en realidad bastaban apenas para un par de golpes de remo. Recapacitemos y veamos cuan vano era nuestro orgullo, pues nuestro poderío era más pretendido que real.

Es ahora cuando vemos que el empleo y riqueza creados ayer no era más que un espejismo y comprobamos con estupor cómo uno de cada cuatro de nuestros trabajadores se ve condenado a la precariedad del desempleo, a la ansiedad por un futuro sembrado de interrogantes y caminando por el borde del precipicio de la exclusión social; y que no hemos sabido dar a los inmigrantes, venidos para ayudarnos a fomentar nuestra riqueza, la esperanza de futuro que sí tuvieron nuestros compatriotas emigrados cuando se vieron en la misma situación dentro de aquellos países hoy socios nuestros.

Es ahora cuando nos damos cuenta de que, mientras que el valor inmobiliario de nuestras ciudades sí se ha situado a cotas iguales o superiores a las de Europa, en los suburbios de nuestras capitales crecen como tumores los asentamientos de chabolas, en donde no podemos siquiera hablar de pobreza: es miseria inmunda lo que allí se encuentra. En otras ciudades de Europa esto ni se recuerda. Nuestro estado, lejos de reconocer esta realidad y tomar cartas en el asunto, ha desistido de sus obligaciones y ha delegado en organizaciones religiosas y de voluntarios estas tareas, a cambio de un concordato anacrónico en occidente y/o de clientelismos inconfesables: el derecho convertido en caridad a un precio muy alto.

Es ahora cuando nos damos cuenta de que aun contando con un nivel impositivo similar a nuestros homólogos europeos, no tenemos más que una fracción de los servicios y bienes sociales que éstos disfrutan; que tal carga no alcanza ni para pagar los libros de texto, ni toda la sanidad necesaria, ni una universidad pública y accesible a todos....

Es ahora cuando vemos peligrar los fondos que habrían de ser para nuestras pensiones, por culpa de una mala e irresponsable administración pública.

Es ahora cuando nos damos cuenta de que no basta con legislar bienintencionadamente para reivindicar el progreso, que éste solo puede ser reivindicado si logramos consolidar firmemente todos aquellos avances que reputábamos de vanguardia en nuestros decretos. En realidad, no hay financiación ni medios para la ley de dependencia, para la educación universal de calidad, Etc. mientras la deuda de la administración crece monstruosamente.

Es ahora cuando descubrimos, para escarnio nuestro, que todavía hay adolescentes que son analfabetos integrales, aunque nacidos y -supuestamente- escolarizados en nuestro país, y que hay muchísimos más que lo son funcionales; mientras vemos que nuestra educación se ahoga en su propia impotencia, devorada por igual por la precariedad presupuestaria y la instrumentalización política de los nacionalismos. Hemos sido incapaces de consensuar esta piedra angular de toda sociedad, no en vano estamos a la cola de la Educación en Europa.

Es ahora cuando nos cercioramos de que nuestro tejido político, social y moral se tambalea, de que medran los nacionalismos egoístas e insolidarios y pronto lo harán los fascismos en una juventud desarmada cultural e ideológicamente.

Es por ello que debemos ahora reflexionar sobre todo esto, y convenir que, si bien nuestra riqueza monetaria, mobiliaria e industrial sí parecía haber llegado a las cotas que permitirían procurar un amplio bienestar social, estos logros no son nada si tal riqueza se dilapida en oropeles y políticas vanas. Donde unos dicen que merecemos un asiento en el foro de las naciones que decidirán el destino del mundo, y que ese debe ser nuestro único objetivo y logro; nosotros, ciudadanos españoles pedimos un ejercicio sereno de humildad para mesurar la magnitud real de los abismos sociales que nos separan de aquellos Himalayas a los que nos queremos igualar. Porque, en esto, han pecado por igual de soberbia y pequeñez de miras las izquierdas y las derechas: decían que habíamos alumbrado una veta de oro, cuando lo único que hicimos fue vender nuestros campos para comprar trigo. Es posible que, para muchos, esto represente asumir el fracaso de sus propias políticas. No es motivo suficiente para ocultar ni un minuto más la precariedad de nuestro estado social, hoy en día.

Por todo esto hacemos una llamada a la reflexión colectiva, para no caer de nuevo en manos de la miseria, para converger de una vez por todas, de manera real y efectiva con la verdadera Europa de las Naciones: la Europa Social. Aún estamos a tiempo de emprender las reformas políticas necesarias para conseguirlo. Os pedimos a vosotros, conciudadanos españoles, que os adhiráis a este manifiesto y exijáis mediante el ejercicio del voto responsable y la acción cívica, a todos nuestros representantes electos, que sinceren la realidad de nuestro estado y asuman la responsabilidad y el compromiso de conseguir, en un futuro próximo, hacer de lo denunciado en el presente manifiesto un mero recuerdo histórico.

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4 comentarios:

  1. José Torres Torres, 42
    Ibiza - Baleares
    Ingeniero Técnico.

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  2. Angel Manuel Giner Herrero
    San Antonio de Portmany
    (Baleares)
    Optometrista

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  3. Jose javier Cardona Osa 34 años
    San Antonio Ibiza
    Maitre hosteleria

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